28 de abril de 2019

El resumen de lo que soy.

Nací el día 1 de Junio del año 1990 en la Cruz Roja de la ciudad de Puerto Vallarta, como tercer hijo (único barón), tengo 2 hermanas, una 8 años mayor y otra 4 años mayor. Lamento mucho no poder dar más detalles de cuánto pesé, cómo era de bebé y demás cosas porque sinceramente no recuerdo nada de eso; tampoco cuando comencé a gatear o caminar. Lo que sí recuerdo es que casi toda mi vida viví en el segundo piso de una tienda de abarrotes.

Asistí un año al jardín de niños y seis años a la escuela primaria como cualquier persona común lo hace. Estudié pero lo hice pensando en aprender y no en cumplir con los trabajos. Siempre me gustó más el conocimiento que la acción de trabajar (y hasta la fecha). Debido a esto mis calificaciones nunca fueron altas.

Desde siempre intenté llevarme bien con todos mis compañeros, a menudo pensaba que si algún día me tocaba estar en una isla desierta, no me gustaría estar sólo, y así mínimo gozaría la platica que la persona que menos me agrada me pudiera brindar. Siempre fui un ser de hábitos, siempre compraba la misma comida en la escuela, me sentaba en la parte de atrás del salón, regresaba caminando a casa por las mismas calles y otras cosas muy metódicas que fueron vigentes por muchos años.

A la edad de 10 años comencé a estudiar psicología auto aplicable, ya saben, de esa que te sirve tanto a ti como a las personas que te rodean. A los 12 años asistí a un curso de Inglés que terminó siendo una parte importante de mi vida; nada que ver con el idioma, sino con las experiencias que viví en dicho curso. La computación desde muy temprana edad la frecuenté porque el trabajo de mi papá me permitía usar computadoras. La música me empezó a interesar más en forma desde los 13 años, aunque a la edad de 8 años ya sabía tocar algo de flauta dulce.

Durante mis estudios en la secundaria, lo más relevante fue las amistades que hice, las personas que conocí y la música, me desarrollé mucho en la música. Estuve en el coro los 3 años, el maestro encargado hacía audiciones en los salones y reclutaba a quienes creía podían servir, según el yo cantaba lo suficientemente bien como para participar y posteriormente me puso a tocar la flauta. En el segundo año me dio por aprender a tocar la guitarra, así que compré una y empecé. Me llevó 4 meses tocar lo bastante bien como para que me permitiera el maestro tocarla. Ya en tercer año aprendí a tocar el teclado, lo que fue bastante sencillo comparado con la guitarra; pero por malas calificaciones mi papá no me dejó seguir en el coro y renuncié aproximadamente por una semana. Y como siempre hice lo que quise ignoré las ordenes de mi padre y seguí en el coro (una parte fue porque no había muchos músicos y el maestro me motivó a desobedecer las ordenes de mi papá).

Al salir de la secundaria como decidí no seguir estudiando mi mamá quiso motivarme a trabajar, pero la verdad es que los trabajos no eran lo mío; el compromiso de los horarios y la responsabilidad nunca me gustaron… ni me gustarán, pero aún así soy consciente de que se deben de asumir.

Pasó el tiempo y mis padres me siguieron apoyando en la música, porque notaron que sí era lo que quería en realidad. Me compraron más guitarras, violines y flautas cuantas necesité; conseguí otros instrumentos y aprendí a tocarlos. Con un mes de clases de piano aprendí lo básico para leer la música y me compraron un piano eléctrico que es el que aún conservo.

Mis intereses por la música no cambiaron, pero con el tiempo se fueron sumando más inquietudes como la computación; así que aprendí a diseñar sitios web a los 15 años, y con forme fue pasando el tiempo me salieron un poco más profesionales, porque debo confesar que los primeros eran un asco.

También se apoderó de mí un vicio de ver películas, comencé a ver muchas películas en el cine y comprar DVD’s; siempre me han encantado las películas de guerra y drama, pero además de esas me trago con mucho gusto cualquier género. En poco tiempo me convertí en un cinéfilo y posteriormente estudié un poco sobre el tema.

Otro interés que me surgió a la edad de 18 años fue el aprender idiomas y hasta el momento sigo en ello. El inglés me gustó desde muy pequeño pero ya a mis 18 años solo quería hablarlo bien para ver películas sin leer subtítulos, porque ya no era mucho de mi agrado, en la actualidad lo utilizo mucho para comunicarme. Comencé a interesarme por el francés y el alemán; aunque hasta la fecha no los hablo para nada, sigo tratando de estudiarlos. Aprendí con el tiempo a pronunciarlos bien y a leer alfabetos de otros idiomas.

El idioma al que si me dediqué más en forma y que lo aprendí es el Esperanto. Actualmente lo uso muy poco pero sigo aprendiéndolo de vez en cuando.

A los 19 años me envicié con la Red social “Twitter” y afortunadamente solo me duró 3 meses, después ya podía vivir sin él :)  . También tuve que cambiarme de casa y dejar mi cueva (habitación) en la que tantos años viví. Ahora estoy en un lugar más amplio pero igual de relajante.

A los 20 años tomé clases de armonía y composición, dichas clases me sirvieron enormemente... el maestro me motivó mucho para salir adelante en la música. También comencé a producir un Podcast con la ayuda de un amigo; el cuál se encargaba del contenido y yo de la parte técnica. Lo dejamos de producir pero me sirvió en el futuro para hacer ese tipo de trabajos.

A mis 21 años, ya establecido en un lugar que considero cómodo, con un buen trabajo (que coincide con mis intereses y me gusta más que nada), conocí a muchas personas que merecen la pena, obtuve nuevos hobbies que me dan una enorme satisfacción como los cubos de Rubik, nunca hubiera pensado que esas cosas serían tan divertidas, mi record en 3x3 actualmente es de 14.76 segundos. Ya he dejado de practicarlo pero aún amo ese rompecabezas.

A mis 22 años, tomé el hábito de la lectura por los cuernos. Encontraba cada día verdades que no dejaban de sorprenderme, mucha información, muchas historias. En los años siguientes llegué a leer 17 o 18 libros por año. No es mucho, pero era mejor que nada.

A mis 24 me ofrecieron otro trabajo similar al que ya tenía, en una tienda de música en Bucerias. Estuve ahí un año. En esa tienda conocí a quien actualmente es mi novia.

A esta edad empecé a escribir y dibujar, todas las formas de expresarse del arte siempre me han fascinado. Empecé a escribir un par de libros y unos relatos cortos. La verdad es que hoy en día voy muy lento pero no he descartado el terminarlos en algún momento de mi vida. El dibujo está un poco abandonado, aunque me considero bueno haciéndolo no he encontrado el tiempo ni una idea buena para hacerlo.

En mi adolescencia nunca me gustó salir a la calle, solo lo hacía por necesidad; si tenía que ir a la escuela o al cine, pero de un tiempo para acá he descubierto que me gusta hacerlo, al menos las pocas veces que lo hice a partir de mi segunda década de vida. Ahora con mi novia llegué a salir muchísimo, visitamos juntos lugares de la ciudad a los cuales jamás había ido. Lo que sí es que me encanta viajar aunque no lo hago mucho; disfruto mucho el escuchar música mientras miro todos los paisajes que me puede brindar la naturaleza, y doy gracias porque mi casa está algo lejos del lugar donde trabajo, el trasladarme es como un viaje, aunque es corto cumple su cometido.

A mis 25 tuve mi primer y única novia, cambio mi vida, para bien.

En el año 2016 experimenté tocando con otros músicos. Mi primer grupo musical: "Azúca", después estuve en "La Ruta" durante 2017, con el que monté un par de shows con cantantes extranjeras, en 2018 participé en el grupo Moelle que me dejó buenas experiencias. En la actualidad formo parte de dos grupos, Reckless band (banda de Ska clásico) y un proyecto de dueto espectacular llamado Jófesh.

Recuerdo que antes no me gustaba el transporte público, prefería caminar antes que subirme a un autobús. Y un tiempo disfruté inmensamente las historias que pude vivir al subirme a un camión, las cosas que uno aprende, las personas que conoces. Y nunca antes lo había visto de esa manera.

En la actualidad tengo coche, hace más de un año que no me subo a los autobuses, sé que el servicio ha mejorado pero no estuve ahí para presenciarlo.

Al día de hoy tengo 28 años, y me quedan unos pocos días para cumplir 29, recientemente descubrí que me gusta pintar, hace un par de semanas hice mi primer cuadro.

Aún no hago nada sobresaliente digno de presumir con mi vida, planes tengo muchos, y es por esta saturación que no me doy abasto, supongo.

 Me abstengo de hablar de mis amigos, familias, desgracias, aventuras, felicidades y demás experiencias porque son muchas y esto sería demasiado extenso como para leerse cómodamente.
 
 
Jón Jamesson